Torre di Roca Vecchia
Subiendo por la costa desde Otranto en dirección norte, hacia el hermoso puerto deportivo de Melendugno, nos topamos con una pequeña ciudad, insignificante quizá en términos de población, pero rica en historia y belleza natural que es la envidia de los lugares turísticos internacionales más famosos. Estamos en Roca Vecchia, en la provincia de Lecce, y este rincón de Apulia es una combinación perfecta de cultura, mar cristalino y un paisaje encantador rodeado de los aromas de la omnipresente maquia mediterránea y el verdor de una naturaleza virgen. Roca Vecchia alberga una importante zona arqueológica que ha sido visitada en el pasado por varios estudiosos, que han descubierto escritos mesapios en una serie de cuevas marinas situadas a lo largo de la costa de esta pequeña localidad. También son dignos de mención los restos de un castillo de finales de la Edad Media, con una torre vigía que hoy es una ruina y un testimonio de un pasado lejano. La Torre de la Roca Vecchia se alza incontestada sobre un pequeño islote junto a los restos de fortificaciones y excavaciones arqueológicas. El tramo de costa en cuestión se caracteriza por amplios acantilados que caen en picado hacia el mar, aunque no faltan rincones en los que descender fácilmente y divisar una atractiva roca donde extender la toalla y dejar que los cálidos rayos del sol nos calienten para conseguir un bronceado perfecto. Toda la zona adyacente a la Torre Roca Vecchia está bastante concurrida en pleno verano, tanto por familias como por jóvenes que buscan un lugar donde zambullirse en el mar y sentir esos escalofríos de lanzarse al agua en una fracción de segundo. El mar es transparente y limpio y tiene un frescor inusual debido a la presencia de varias corrientes de agua dulce. La profundidad y la belleza de este fondo marino son ideales para los amantes del buceo con tubo y para descubrir las ensenadas más interesantes o las diversas cuevas presentes. Con ganas de verano y relax, bienvenido a Roca Vecchia.
Tonio Viva
